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Cómo volverte rico?

queremos que seas rico inteligencia para negocios.

Extracto de Queremos que seas rico de Donald Trump y Robert Kiyosaki

La Opinión de Robert

Resuelve problemas

Todos tenemos problemas económicos. Si quieres ser rico, resuelve problemas.
Identificar un problema da la oportunidad de idear una solución.

Cada generación debe enfrentar sus propios problemas financieros. Para la generación
de mis padres, los retos fueron la Depresión y una guerra mundial. Su solución a esos
problemas fue asistir a la escuela, obtener un empleo seguro con prestaciones,
retirarse a las 65 años y jugar golf el resto de su vida. Muchos miembros de la
generación de la Segunda Guerra Mundial contaban con planes de retiro de
prestaciones definidas, ahorros, seguridad social y Medicare. Para muchas personas
de la generación de mis padres una buena educación y un buen empleo eran
necesarios para sobrevivir financieramente.

La generación baby-boom, la mía, enfrenta problemas financieros distintos.

En nuestros días, una buena educación universitaria y un buen empleo no bastan. Para
empeorar las cosas, los empleos se importan del extranjero. Cada vez menos
compañías ofrecen planes de retiro de prestaciones definidas, pues son tan caros que
los modifican o descontinúan para ahorrar. Las compañías no quieren pagar a sus
empleados de por vida.

En 1974, debido a los cambios en los mercados mundiales, muchas compañías dejaron
de brindar planes de prestaciones definidas (PD) para ofrecer planes de contribuciones
definidas (CD), más tarde conocidos como 401(k), IRA y planes Keogh. El problema de
mi generación es que mientras los PD son auténticos sistemas de pensiones, los CD
no lo son; éstos son planes de ahorros. De hecho, el 401(k) jamás se pensó como un
plan de pensiones. En otros países existe el mismo problema, sólo que los planes
tienen nombres diferentes.

Expresado de manera sencilla, un plan de prestaciones definidas te protege de por
vida, mientras que uno de contribuciones definidas te cubre sólo mientras tengas dinero
en la cuenta. En otras palabras, un plan PD, en teoría, no puede quedarse sin dinero,
mientras que un plan CD sí. Ésta puede ser la razón por la que USA Today averiguó
que el mayor temor en Estados Unidos es quedarse sin dinero durante el retiro, y ya
sabemos que 80 por ciento de la generación baby-boom no tiene suficiente riqueza de
la que pueda disponer.

Las generaciones posteriores a la baby-boom, llamadas generación X y generación Y,
deberán enfrentar problemas financieros distintos. Si la generación baby-boom no
hace un buen trabajo arreglando el entuerto creado por sus padres, las generaciones X
y Y enfrentarán un problema aún mayor. No sólo deberán superar sus propios
problemas financieros y la deuda pública (la mayor en la historia del mundo); también
heredarán los problemas de sus padres e incluso quizá los de sus abuelos, pues la
expectativa de vida es mayor. Al vivir más esperamos trabajar más años y retirarnos
más tarde, pero, ¿qué ocurrirá si vivimos más y no podemos seguir trabajando?

La magnitud de este problema, de alrededor de un billón de dólares, resulta
desalentadora. Relegarlo a la siguiente generación sólo lo amplifica y complica.

Mientras mayores y más complejos se vuelven los problemas, mayor IQ financiero se
requiere para solucionarlos. Necesitaremos toda la inteligencia que podamos reunir
para resolverlo.

Para repetir el titular de la revista TIME del 31 de octubre de 2005:

LA GRAN ESTAFA DE LA JUBILACIÓN

A millones de estadounidenses que esperan jubilación subsidiada les espera una desagradable
sorpresa.
Cómo las corporaciones saquean el bolsillo de los contribuyentes… con la ayuda del Congreso.
La falta de educación financiera en nuestras escuelas permite que personas sin
escrúpulos, incluso funcionarios electos de ambos partidos, roben legalmente a los
incautos. Así, el problema se agrava.
Háblame de ello
Ojalá nos equivoquemos, pero Donald y yo creemos sinceramente que Estados Unidos
tiene problemas financieros, y si este país está en dificultades, el resto del mundo
también lo estará.

Uno de los mayores problemas actuales es el alza del precio del petróleo. El petróleo
es la sangre de la economía mundial; si su precio aumenta demasiado y no
encontramos una mejor alternativa energética, la economía mundial empezará a
sucumbir. Como me dijo Donald: “Si un galón de gasolina cuesta cinco dólares, a ti y a
mí no nos afecta; pero para quienes ganan diez dólares por hora, gastar esos cinco
dólares significa no comprar alimento para sus familias”. Y agregó: “El petróleo influye
en todos los aspectos de nuestra economía, y el problema es que se nos está
acabando. Los precios seguirán subiendo y tú y yo estaremos bien, pero millones de
personas se verán afectadas”.

Si el precio del petróleo alcanza los 100 dólares por barril (como creo que ocurrirá en el
futuro cercano), la economía padecerá, pero tú no tienes que padecer también. Puedes
enfrentar el problema ahora y ser parte de la solución.

Cuando hablo sobre los desafíos financieros que nos esperan, obtengo todo tipo de
respuestas; una de las más frecuentes es: “No quiero saber de eso”; otra: “Debemos
pensar positivamente. Toda esa negatividad es mala”; o: “Dios proveerá”.
Éstas son réplicas de personas con bajo IQ financiero. En vez de abordar los
problemas de frente y preguntar: “¿Cómo puedo beneficiarme de esta situación?”,
prefieren ocultar la cabeza en la arena. Es por esto que millones, tal vez miles de
millones de personas, padecerán en los próximos años. En vez de considerar al
problema una oportunidad, se ponen una venda sobre los ojos.

 

RIQUEZA= ENERGÍA

En vez de ganar dinero, durante mis primeros dos años en Xerox me endeudé con la
empresa. Esto ocurrió porque cada vez que un cliente cancelaba una máquina, la
comisión que se le daba al vendedor que la había vendido se le cobraba al que la había
perdido. Durante esos años no vendí, sufrí hambre y más de una vez estuve a punto de
ser despedido.
Los tiempos difíciles pueden enriquecerte
Lo positivo fue que el reto de una economía en recesión hizo de mí un mejor vendedor.
Aunque no gané mucho dinero, mi formación en ventas sigue redituando aún ahora.
Mis negocios son exitosos porque sé vender y porque entiendo la importancia de las
ventas y la mercadotecnia. En tiempos de dificultad económica esto es una ventaja.
Como repetimos frecuentemente Donald y yo: “Si te dedicas a los negocios necesitas
aprender a vender”.

Aumentando mi IQ financiero

Como había escasez de petróleo, mi padre rico me sugirió aprender más sobre la
industria petrolera. Estuve en Standard Oil de 1966 a 1969, como aprendiz y como
tercer oficial en sus buques. Debido a que el tema me interesaba, no me costó trabajo
aprender.

Cuando empecé a ganar dinero en Xerox como vendedor, y para aprender más sobre
el petróleo, tomé un trabajo de medio tiempo en una compañía petrolera localizada en
las afueras de Oklahoma, la cual vendía refugios fiscales en el ámbito del petróleo y la
gasolina. En aquellos días, una persona podía invertir 100 mil dólares y cuadruplicar
esa cantidad en incentivos fiscales. En este ejemplo, una inversión de 100 mil dólares
valía 400 mil en deducciones. Así, el inversionista ganaba más dinero de la producción
de petróleo y pagaba mucho menos de impuestos. Por eso los ricos eran cada vez más
ricos.

Aprendí algunas lecciones importantes al vender refugios fiscales durante esa época
de precios elevados del petróleo. La lección número uno era que no todos los negocios
padecían por la crisis petrolera. Descubrí que muchas personas se enriquecían cada
vez más, mientras otras eran cada vez más pobres. Con este hallazgo, mi IQ
financiero aumentó y contemplé un mundo nuevo. Luego de mi experiencia vendiendo
copiadoras Xerox a las empresas y refugios fiscales a los ricos en mi tiempo libre,
decidí que quería ser rico.

Aunque actualmente gano mucho dinero de mis libros y juegos de mesa, la mayor parte
de mi riqueza proviene de una mina de oro en China, una de plata en Sudamérica, y de
mis compañías de bienes raíces y asociaciones petroleras en Estados Unidos.
Cada vez que un reportero me pregunta: “¿No es cierto que la mejor manera de
hacerse rico es escribir un libro sobre cómo hacerse rico?”, yo me río y simplemente
respondo: “Si cree que escribir un bestseller internacional y desarrollar un juego de
mesa educativo es sencillo, ¿por qué no lo hace usted?” En mi opinión, es mucho más
fácil encontrar petróleo y oro que escribir un bestseller.

Donald Trump y yo escribimos porque nos preocupan los tiempos de turbulencia
financiera que enfrentarán los estadounidenses y otros pueblos del mundo. Ojalá
estemos equivocados, pero pensamos que millones de personas padecerán
económicamente por las tormentas financieras que se avecinan. Nuestro mensaje es:
con la educación y la preparación adecuadas, tú puedes aumentar tu IQ financiero y
remontar las fuertes olas para que tu riqueza crezca y no disminuya.


La opinión de Donald
La educación sustituye al miedo
El mensaje de Robert y mío es: con la educación y la planificación financiera
adecuadas podrás sortear las turbulencias del mundo financiero actual y adquirir
riqueza si encuentras maneras de resolver los problemas.
Recuerdo un ejemplo muy sencillo de solución de problemas. Cuando Robert vino hace
poco para hablar del libro, coloqué una silla roja en el centro de mi oficina. Le pregunté
si le gustaba y cuánto creía que me había costado.
Se quedó mirando aquella silla tapizada y elegante de comedor, y finalmente dijo: “No
tengo idea”. Yo estaba encantado.
Mike, el gerente de mi campo de golf en California, llamó y me dijo que necesitaba 150
sillas para el restaurante y que le habían cotizado en 1500 dólares cada una. Eso me
pareció muy caro, por lo que, en vez de simplemente autorizar, realicé algunas
llamadas.
“Me costó 90 dólares —dije muy orgulloso—. Es una silla fabulosa. Es la mejor. Mira,
siéntate. Es una mejor silla que la de 1500. ¿Sabes cuánto ahorré sólo por hacer unas
cuantas llamadas?”

Es cuestión de liderazgo y de capacidad para resolver problemas. Si mis empleados
piensan que derrocho el dinero, ellos lo derrocharán. No es sólo por proteger el capital;
es para poner el ejemplo. A mí no me da miedo gastar; me gusta comprar lo mejor,
pero no me gusta desperdiciar el dinero. Muchas personas tienen dificultades
financieras porque piensan barato y compran barato. Puedes enriquecerte siendo
barato, pero, ¿quién quiere ser un rico barato?

Nunca he sido barato, ni siquiera cuando tuve dificultades financieras. Cuando mi
compañía tenía problemas, seguí pagando bien a mis empleados. Por eso puedo
comprar la mejor silla al mejor precio. No me gusta que me timen, mucho menos
cuando puedo obtener lo mejor por menos. Y espero lo mismo de mi personal.

Algo que debemos tener presente es que un pequeño esfuerzo es el mejor sustituto de
las excusas. Si todos nos esforzáramos por entender lo que ocurre a nuestro alrededor,
si realizáramos ese salto cuántico y utilizáramos esa parte más elevada y no
autocomplaciente de nuestra inteligencia, podríamos obtener algunas ideas brillantes.

La resolución de problemas es el aspecto más elevado de la educación. Así como el
entendimiento puede sustituir al odio, la educación puede sustituir al miedo.
Tal vez la ignorancia sea más fácil, pero a menudo es resultado del miedo. Como dijo
Robert Frost: “Nada me da más temor que las personas temerosas”. Reduce tu miedo
e impulsa tu valentía.

Me gustan los diagramas de Robert, y cuando observo sus flechas de riqueza y energía
pienso en cómo nuestra energía individual puede generar riqueza. La persistencia es
una gran fuente de energía en sí misma; si eres persistente y tienes la orientación
adecuada, es probable que alcances el éxito. Siempre me ha gustado la declaración de
Alexander Graham Bell: “Concentra todos tus pensamientos en el trabajo que estás
realizando. Los rayos del Sol no queman hasta que se les concentra”. Si puedes
controlar tu energía, tienes buenas posibilidades de generar y controlar tu propia
riqueza. Tus dos flechas estarán apuntando en la dirección correcta.

He aprendido que, en ocasiones, lo esencial puede pasar inadvertido. Aquí es donde
entra el discernimiento. Los líderes son personas que han sustituido el miedo con
discernimiento, con lo cual pueden predecir lo inevitable. Su educación les da
elementos para remplazar eficazmente el miedo e incrementar sus posibilidades de
éxito.

La solución de problemas resulta mucho más sencilla si los consideras desafíos. Tal
vez los veas de esa manera, pues los problemas son parte de la vida. Una actitud
positiva frente a los problemas te dará inevitablemente más energía. Digo
“inevitablemente” porque lo he comprobado por experiencia propia. La confianza
constituye un gran paso hacia la valentía, y el miedo se evapora ante ella.
Robert dijo que los problemas pueden crear oportunidades. Bien dicho; estoy de
acuerdo. Si ves tus problemas desde esa perspectiva, puedes estar seguro de que te
encuentras en camino de resolverlos. Yo he tenido problemas graves, incluyendo
deudas de miles de millones de dólares, pero nunca estuve en bancarrota y ahora
tengo más éxito que nunca, así es que hablo por experiencia propia.

La Torre Trump ha estado en el mapa como destino turístico durante tanto tiempo que
con frecuencia se olvida que no apareció de un día para otro en el cielo de Manhattan.
Hubo muchos obstáculos para superar cuando decidí que quería el “emplazamiento
Tiffany” para mi nuevo edificio. Tuve que resolver muchos problemas. En primer lugar,
quise comprar la tienda y el edificio de Bonwit Teller, pero ellos creyeron que estaba
loco. No me di por vencido, y pasaron tres años antes de lograr algo con ellos. Luego,
quise comprar los derechos aéreos de Tiffany, lo que me permitiría construir un edificio
mucho más alto. Cuando los obtuve, necesité un pequeño terreno que resultaba crítico
porque la legislación zonal exigía un mínimo de nueve metros detrás de cualquier
edificio. Eso requirió más investigación y negociación. Además, yo y mi arquitecto, Der
Scutt, consideramos más de 40 diseños, identificamos los mejores elementos de cada
uno y los incorporamos al diseño final. Luego tuvimos que esperar la aprobación de la
ciudad y algunas licencias especiales.

Ésta es sólo parte de la historia de la Torre Trump. Ninguno de esos pasos fue sencillo,
pero consideré a cada uno un reto y disfruté afinar los detalles. Si no los hubiera
abordado así, fácilmente me habría desanimado, pero ahora tengo un edificio hermoso
y célebre en todo el mundo. ¿Valió la pena? ¡Sí!, y es un gran ejemplo sobre cómo
resolver problemas.

Otra historia interesante acerca de la Torre Trump es la de su nombre. Yo iba a llamarla
Torre Tiffany debido a su emplazamiento, pero un amigo me preguntó por qué usar otro
nombre famoso para nombrar a un edificio que yo había imaginado y construido, y su
pregunta me impactó; así pues, se convirtió en la Torre Trump.

Robert y yo sabemos que los problemas pueden ser complejos y que en ocasiones
parecen interminables, pero queremos exhortarte a considerarlos desafíos que te
darán la oportunidad de alcanzar un gran logro. Recuerda: nada es fácil, pero, ¿quién
quiere “nada”? ¡Tu inteligencia financiera está mucho más allá de eso!
He aprendido que, en ocasiones, lo esencial puede pasar inadvertido. Aquí es donde
entra el discernimiento.

 

Extracto de Queremos que seas rico de Donald Trump y Robert Kiyosaki

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